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Bueno, pues ya andamos por aquí nuevamente. Estas semanas que hemos convivido ha hecho que me enamore total y absolutamente de ellos. Son niños muy buenos, nada que ver con todos esos comentarios que me hacían personas, familia incluida, sobre el "peligro" de adoptar "niños grandes" porque ya venían maleados, con problemas y traumas serios.
Hasta ahora no sé que traumas tengan, pero bueno, eso tooooodas las personas de una o de otra manera los tenemos y quien diga que no, pues seguramente no será de este planeta.
Pero volviendo al tema, mis hijos son niños buenos, obedientes, amorosos... Se cuidan uno al otro y eso sí, son un poco "flojillos" para la escuela, pero bueno con tanto trámite que hay que hacer es casi seguro que ya perdieron el año escolar, Pero tampoco me quita el sueño, afortunadamente tengo en mi familia personas que saben de pedagogía y son profesores de primaria, así que podrán darme alguna orientación para que trabajen en algunas cosas como aprender a leer, sumar, restar, en fin lo que les ayude a llegar a la escuela lo mejor preparados posible.
Tanto ellos como nosotros estamos ansiosos porque llegue el día de ya no separarnos; hay días que pasan 12 horas con nosotros, prácticamente sólo van a dormir a la casa hogar donde están.
Son niños como cualquiera, juegan, se pelean, ríen a carcajadas a veces de sus mismas travesuras, les encanta que mamá les haga cariños y juegue con ellos; con papá son más de ver películas.
Eso sí, están en la etapa de preguntar todo, por qué de cualquier cosa, todo quieren saber y salir al mundo los maravilla.
Estar encerrados por años creo que es como para alterar a cualquiera. Son fanáticos de los super héroes, sobre todo del Hombre Araña, Batman y personajes aledaños.
Les encanta que mamá les cocine, sobre todo lo que les gusta como es el pollo en todas sus formas, les fascinan las frutas, pero no las verduras.
Adán es más reflexivo y callado, mientras que Aarón es un torbellino. A los dos les gusta que mamá los cargue, los acune en brazos y les diga palabras cariñosas.
Cuando no quieren separarse de nosotros dicen tener "mucho sueño" para que mamá y papá los carguen hasta el último momento en que nos permiten estar juntos.
Ya pusieron el nacimiento y decoraron el árbol, ya saben lo que van a pedir de regalo de navidad, en México y sobre todo en la ciudad donde vivimos la costumbre es que "el niño Dios" traiga juguetes de regalo el 24 de diciembre en la noche y el 25 a jugar se ha dicho!.
Los dos quieren trajes de super héroes, muñecos de los mismos personajes, les encanta comer chetos mientras ven tele, les gusta cenar leche con chocolate y pan con mermelada, "pero de la que hace mamá".
En fin estamos en plena etapa de miel. Claro que han hecho berrinches, pero también hemos puesto límites y saben que para obtener algo que quieren deben de hacer algo para merecerlo. Esto es básico para que en su desarrollo se den cuenta que hay que esforzarse para lograr lo que uno quiere.
No sé el día exacto en que vendrán a casa para quedarse, pero a diario nos vemos, nos retroalimentamos de amor, de momentos que quedarán en mi memoria para siempre, sus risas, sus caritas al verme, sus ojos alegres cuando nos miran llegr por ellos, nos abrazan y salen felices tomados de nuestra mano.
Mis hijos son de lo mejor y ahora me doy cuenta que ellos estaban destinados para mi, no querría a otros que no fueran ellos, porque ya son parte de mi ser, de mi alma.
Son mis niños amados, mis ángeles tan esperados. Hoy sentí a Aarón más amoroso que de costumbre, me vio y fueron besos y abrazos durante la tarde.
Quiere que mamá lo cargue, pero soy cuidadosa y a los dos les doy el mismo trato durante el mismo tiempo... Mis niños, hoy duermen en una cama que no es la de ellos, están con personas que ya no deben de estar, pero saben que pronto, muy pronto estarán con papá y mamá con quienes ya tienen un lazo de amor que no se romperá jamás.

*Foto tomada de la red