Ya Están con Nosotros los Ángeles que Vinieron a Llenar de luz Nuestra Familia... Hijos los Amamos
miércoles, 20 de noviembre de 2013
El bautizo
Tanto tiempo sin pasar, pero las que ya tienen a sus hijos, comprenderán que el tiempo es, en su mayoría, si no es que todo, para ellos.
En mi caso, entre niños, atender casa y trabajo no me queda mucho tiempo para escribir, aunque hay demasiadas cosas en el tintero que me gustaría contar.
Para empezar, estamos en la etapa de los avances y las regresiones, de las rebeldías y de los mismos.
En la escuela he tenido que ir en varias ocasiones porque hay reporteres de "mala conducta", que no quieren trabajar, se la pasan jugando, no ponen atención y un largo etcétera.
Al principio no sabía ni lo que estaba pasando y menos cómo actuar, sin embargo buscando información en la red y en asesoría con psicólogos del DIF, supimos qué pasaba y cómo actuar para, ahora las cosas han mejorado notablemente, sobre todo porque asistimos a talleres post adopción en el DIF, que están resultando excelentes.
E y J crecen felices, sanos y con horas y horas de juegos y risas, aunque poco a poco se les van dejando responsabilidades de acuerdo a su edad y capacidad.
El domingo los bautizamos, era algo que deseábamos hacer, primero porque sentimos que es la manera de llevarlos a la iglesia y agradecerle a Dios el haberlos enviado a nuestras vidas y familia, segundo porque por nuestra fe, era necesario que pasaran recibieran ese sacramento para ser hijos de Dios y formar parte dela Iglesia Católica.
Aprovechamos para festejar sus cumpleaños... y fueron los niños más felices. Tuvieron una fiesta sencilla, pero emotiva. Recibieron regalos y lo más importantes, mucho cariño de las personas que los aman.
Tíos, primos, abuela, padrinos amigos, todos los llenaron de amor y mis hijos florecieron, se veían radiantes, contentos.
Ayer, por un malentendido no los dejaron entrar a la escuela, aunque sé que está mal que falten a clase, me lo tomé con bastante humor y decidí que el tiempo sería aprovechado para convivir conmigo, así que me los llevé a realizar unos pendientes, fuimos al parque y se divirtieron en grande.
Por la tarde repasaron lectura y matemáticas, luego vieron televisión y noté que son felices, que están tranquilos, contentos en su casa y muy, pero muy acomplados con la familia.
Son niños cooperativos que realizan actividades con gusto, que ayudan dentro de lo posible en la casa y que también avanzan muy bien en la escuela.
E, mi hijo menor ya sabe leer, aunque de repente se distrae en clase y hay días que presenta "mala conducta" en cuando a que prefiere platicar y jugar que trabajar en clase.
Según los talleres y los psicólogos del DIF es normal, es parte de su proceso de acomplamiento y de ir sanando todo lo que ha pasado en sus escasos seis añitos de vida.
J por su parte es todo un campeón, le gustan los deportes donde haya actividad fuerte y hoy competirá en una carrera de atletismo, lo que lo tiene muy motivado y contento.
Tenían sus tenis para deportes enla escuela, pero uno de los regalos que recibieron fueron tenis de superhéroes, así que no hay poder humano que logre quitárselos... y los dejamos ser, total sólo se es niño una vez y ellos están convencidos que esos tenis "corren más rápido que cualquiera".
Los veo y soy feliz, apenas vamos a cumplir un año juntos y siento como si toda la vida hubieran estado conmigo, tienen sueños y muchas ganas de vivir.
Ahora su mayor preocupación es ver si en Navidad el Niño Jesús les regalará todo lo que le pidan, ya que quieren todos los personajes de Ben 10, el traje del hombre araña, un peluche de "El Rey León", que se ha convertido en la película de moda, y lo que se acumule en las próximas semanas.
Para eso, se han propuesto para trabajar muy duro en la escuela, "portarse bien" y ayudar a mamá en los quehaceres de la casa. Todo esto por iniciativa propia.
Amo a mis hijos, sé que era ellos y sólo ellos los que podían ser parte de nuestra familia... para mi felicidad y satisfacción creo que el apego está hecho y que por fin, ellos también nos han adoptado como sus padres... ¿se puede pedir más?
miércoles, 28 de agosto de 2013
Mis Niños Crecen
Hace dos semanas que iniciaron las clases y mis niños crecen. Ahora los dos asisten a la primaria, J a segundo año y E a primer grado. La rutina diaria es pesada, iniciamos desde muy temprano, aunque se despiertan y levantan sin problemas, el desayuno es casi una batalla, porque no tienen hambre, pero no pueden ir sin comer nada, así que mínimo deben de beber un vaso con leche.
A partir de este año el horario se amplió 1 hora y media más, así que salen a las 2:30, llegan, se cambian y ¡ a comer!, luego tarea, un rato de juegos, dos caricaturas, baño, otro rato de juego, cena y a dormir.Mientras todo esto pasa yo me doy mi tiempo para trabajar, asi que en las noches lo único que deseo es dormir, dormir y dormir.
Mi hijo J adelantó mucho en cuatro meses, ahora ya está regularizado, sin embargo la batalla ahora hay que librarla con E, que tiene problemas hasta con el alfabeto, mientras que algunos de sus compañeritos ya saben hasta leer, sumar y restar.
Los atrasos se debieron a los cambios que tuvieron desde noviembre, cuando fueron sacados de la cosa hogar donde vivieron cuatro años para llevarlos al albergue del DIF y de ahí a casa, así que fueron meses de vértigo para ellos por todos lo que tuvieron que pasar.
Así que trato de tomarlo con calma y de ir haciendo las cosas como debe ser, sin exigirle tanto a mi pequeño E como tuvimos que hacerlo con J para que pasara el año.
Su profesor me ha dicho hoy que las evaluaciones apenas se están llevando a cabo y que en cuanto se tenga un diagnóstico de cómo está el niño, es como se podrá hacer un plan pedagógico para ayudarlo a ponerse al corriente, así que no hay más que esperar.
El acomplamiento de ellos hacia nosotros ya se dio, nos aceptan totalmente y ya no hablan de su pasado, de ese tiempo anterior a su familia, es como si quisieran borrarlo.
Leyendo otros blogs me doy cuenta que los niños tienen regresiones, aunque hace semanas que ya no lo hacen, en diversos momentos los dos me han pedido que hagamos como si ellos hubieran salido de mi barriga, que los cargue, los arrulle y les brinde todas las caricias que pueda ser capaz.
Ahora se que necesitan mucho el contacto físico, el sentir que ya no están solos que hay alguien que los acogerá siempre, que los protegerá de todo y de todos, que los ama profundamente y esa persona es mamá.
Tienen muy claro que son mis hijos de corazón y sonríen satisfechos cuando les digo que yo los amé desde mucho antes de que llegaran a nuestra vida y que somos una familia feliz.
Hablan con naturalidad de su mamá de barriga, pero justamente así, ya no la nombra, no comentan nada de su pasado ni de su familia de origen.
No sé cómo tomarlo, porque sé que les duele, que hay un pasado que siempre estará ahí y cuando se ven en situaciones en que sienten que puede haber abandono entran en pánico, por ejemplo hace días fuimos al parque, mientras ellos jugaban a la pelota yo me senté en una banca para cuidarlos, se alejaron un poco y para no interrumpir su juego con otros niños, cosa que deseamos fomentar ya que les cuesta interactuar con otros nenes que no conozcan, me cambié de lugar.
Mi hijo J fue a buscarme para comentar algo y al no encontrarme quiso llorar, pero lo vi a tiempo para decirle que estaba ahí, muy cerca de ellos. Se acercó corriendo, me abrazó y me dijo: "Iba a llorar porque pensé que te habías ido"; le respondí que eso no sucederá, que mamá estará con él y su hermano siempre que lo necesiten. Sonrió, me dio un beso y se fue corriendo a seguir con su juego lleno de confianza.
Noto también que hay días que buscan abrazos, mimos, sentirse "los niños chiquitos de mamá", sus palabras textuales.
Sé que en su más tierna infancia les faltaron arrullos, caricias, abrazos, besos y cuidados de mamá y me entra un sentimiento de impotencia por no haber estado para calmar sus llantos, auyentar sus miedos, acunarlos para que se sintieran seguros y a salvo.
Pero es lo que hay, no podemos volver el tiempo atrás, así que trato de ser la madre que mis hijos necesitan, brindarles todas esas caricias y besos que les hicieron faltar, hacerles sentir que ya están en casa, en puerto seguro.
Estamos conscientes de que queda poco tiempo para que disfruten de su niñez y ese tiempo deseo que lo aprovechan al máximo, que sonrían, que sean felices.
Hay noches en que antes de dormir pienso en ellos, que están en la habitación contigua, que estamos juntos por fin, que son mis hijos, que es una realidad que por fin, estamos completos, que soy mamá de dos preciosuras y que daría mi vida por ellos. Y entonces pienso, ellos, mis hijos, fueron los que llenaron mi vida de luz, son unos niños pequeños e inocentes, pero con una grandeza de corazón que me emociona y caigo en la cuenta que todo estaba destinado a ser así; sólo ellos podrían ser nuestros hijos, por eso todo pasó en el tiempo y la manera que sucedió, pero por fin estamos juntos y son nuestros para siempre.
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jueves, 25 de julio de 2013
Ya son nuestros!!!
Sí, por fin nuestro par de ángeles ya son legalmente nuestros. Desde el pasado lunes fueron registrados con el segundonombre (que les fue cambiado) y nuestros apellidos, por lo tanto ya formamos ante la ley una familia.
Llegar a ese punto fue muy difícil, un largo camino recorrido, una serie de "atorones" burocráticos, angustias al ver pasar el tiempo y no tener nada oficial, pero podemos decir que vemos por fin la recta final de todo este proceso que iniciamos hace más de cuatro años.
Mi hijo E., el más pequeño, estaba feliz porque iba a "firmar" (poner su huella) para ser nuestro hijo; el mayor, J, se mostraba más tranquilo y fue hasta que salimos del Registro Civil que me abrazó y me dijo: "mamá yo siempre me quiero quedar con ustedes".
Mis niños hermosos, llenos de energía siempre, de risas y juegos. En estos meses tan difíciles que he pasado por el fallecimiento de mi padre y la enfermedad de mi mamá, ellos han sido la fuerza que me mueve a seguir adelante, a luchar por superar los momentos difíciles y darles lo mejor cada día.
Ahora se que desde siempre estuvimos destinados a encontrarnos, a ser ellos mis hijos y yo su madre, porque no podían ser otros, sólo ellos, mis niños amados.
J, contra todos los pronósticos, pasó a segundo grado, aprendió a leer, contar y conocer hasta el número 200 y aunque con promedio bajo logró pasar de año. Un gran mértido sin duda de mi niño porque en la casa hogar donde estuvo por cuatro años, obvio que no le hacían el menos caso en tareas y repasos escolares, así que iba reprobado. Gracias a su maestro que nos indicó qué y cómo ayudarlo es que mi hijo logró hacer la hazaña y aprender en cuatro meses lo que sus compañeros de clase hicieron en el ciclo escolar.
El 19 de agosto vuelve a las aulas, ahora a segundo grado pero en estas vaciones dedicamos una hora diaria al repaso para que se mantenga "fresco" en lo aprendido y no le cueste tanto trabajo lo que sigue en segundo año.
Mi pequeño E deja de ser mi niño chiquito para convertirse en todo un alumno de primer grado. Irá al mismo plantel que su hermano y tendra al mismo profesor que J tuvo el pasado ciclo escolar, lo que me tranquiliza porque es un maestro muy amable y dedicado a sus alumnos.
Ya tenemos la mitad del uniforme de E, lo que falta lo entregarán en unas semanas, la mayor parte de útiles, sólo faltan los libros que otorgan gratuitamente en la escuela y libretas personalizadas que venden para el mejor aprendizaje de los niños de primer año.
También falta comprar mochilas y es que mis niños se dividen en cuál súper heroe irá estampado en la mochila para acompañarlos a la escuela, un día quieren a Ben 10, el otro a Spiderman y el que sigue a Los Vengadores.
En estos días tendré que hacer un espacio para forrar libretas y hacer todo con calma para que no nos agarren las prisas previo al regreso a la escuela.
En octubre y noviembre cumplirán años, 6 y 8 respectivamente, estamos pensando que festejaremos doble y aprovecharemos para bautizarlos, ya que para nosotros es muy importante.
El tema de las verduras sigue igual, la mayoría no les gustan, pero me las ingenio para que las coman sin chistar preparándolas en purés y salsas con pasta para que no tengan que masticarlas, es la manera en que hemos logrado ampliar el menú.
Eso sí, siguen siendo fanáticos de la pizza, las hamburguesas y los hot dogs, alimentos restringidos porque por su alto contenido calórico y escaso nivel nutrimental. No tienen problemas de sobrepeso, pero tampoco hay que fomentar el consumo regular de estas comidas, consideradas chatarra.
Las golosinas se las combino, unas veces fruta picada con limón y chamoy, otras dulces o papas fritas, lo quesea para inculcarles que se alimenten de manera adecuada.
Mientras escribo esto, ambos duermen, Me dan mucha ternura, se ven tan inocentes, aunque ya no tan frágiles que como cuando llegaron, porque ya crecieron y engordaron un poco.
Esta etapa de mamá no la cambio por nada, estos hijos míos son la luz de mis ojos, la alegría de mi vida. Mis pequeños superhéroes que han sabido salir adelante a pesar de las cosas tan duras que han tenido que pasar a su corta edad. Los amo hijos.
viernes, 10 de mayo de 2013
Mis Primeros Regalos
Hay mucho que contar, pero la falta de tiempo y además que ya estamos en pleno juicio para que los niños sean legalmente nuestros hijos nos trae con los nervios de punta.
Y no porque haya algo que temer, bueno, mejor dicho sí: El juicio se puede llevar hasta seis meses para que el Registro Civil pueda entregar las actas de nacimiento corregidas, en donde se especifique que somos los padres y se les ponga, el segundo nombre y nuestros apellidos, todo perfecto, lo único que me apremia es que corregmos el riesgo de que pierdan el año escolar, porque resulta que el Instituto de Educación no acepta dar los documentos con su nombre actual debido al proceso en el que estamos... Parece de locos, pero así las cosas, no queda más que esperar para ver que resuelven aquellos que pueden, con una palabra, decidir que los niños aprovechen el año escolar y no tengan que repetir de grado. En fin, sólo queda esperar.
Por otra parte, hoy es un día muy, pero muy feliz para mi. Es la primera vez que me festejan el 10 de mayo. Aunque todavía están pequeños y no tienen claro qué es y cómo funciona esa mercadotecnia de un día al año dar regalos a mamá, ellos lo hicieron.
El mayor me dio un collar, el pequeño manualidades realizadas por él mismo en el jardín de niños y de lo que se negó a hablar totalmente el día de ayer cuando llegó sucio de sus manitas y ropa porque "estamos haciendo algo para ti, pero me dijo mi maestra que era un secreto", me explicó cuando llegó.
Hoy, al volver, entró corriendo y con una enorme sonrisa para darme los regalos: Un block de notas para ponerlo en el regrigerador y una maceta donde las flores son su manita calcada en cartulina.
La emoción me hizo derramar algunas lágrimas. Ver esa carita radiante al entregarme el producto de su trabajo me hizo sentir el amor más grande que he experimentado.
Mi niño pequeño es un ángel. Es muy cariñoso y cada que puede me abraza y me dice que me quiere; el mayor es más reservado, pero también me expresa su amor.
Por otra parte, como hija, sigo experimentando tener el amor más grande: mi mamá, a quien desde que tengo a los niños a mi lado entiendo mejor y la amo más, aunque creía que ya no era posible, me di cuenta que sí porque supo ser una excelente madre de 9 hijos, a todos nos dio amor, mimos, cariño, cuidados y no es nada fácil... Yo con dos a veces me siento rebasada cuando ambos exigen mi atención,
así que ella dio el extra para atender a nueve y a todos hacernos sentir especiales y muy, muy amados. ¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES!
martes, 16 de abril de 2013
viernes, 12 de abril de 2013
Pérdida
Estas semanas que estuve alejada hubo varios días en que deseaba escribir, plasmar todo lo que estaba pasando, pero pasamos por un terromoto que sacudió nuestras vidas y las cambió para siempre.
Las personas que han seguido este blog, tan espaciado que me sorprende que haya algunas a las que les agradezco infinitamente su amistad, saben que compartirmos áreas de la casa con mis padres y hermana; así que de alguna manera se puede decir que vivimos juntos... Mis hijos desde el primer día fueron recibidos con mucho amor y así ha seguido, sin embargo la madrugada del 10 de marzo mi papá se cayó de su altura, se fracturó la cadera y luego de 10 días hospitalizado no resistió más y nos dejó para ir a, según mi fe, a un lugar mejor en donde ya no hay dolor, ni tristezas, ni sufrimiento. Ese 19 de marzo por la tarde marcó mi vida para siempre, fui una de las hermanas que recibieron la noticia de parte del médico que lo operaba (falleció en el quirófano), no resistió porque hubo complicaciones y su edad, 88 años, no ayudó a que saliera adelante. Las primeras horas fueron de shock, el dolor me adormeció.
Pasaron los días y entré en la vorágine de sentimientos que forman parte del duelo. Mis hijos y mi esposo han sido bálsamos en la tristeza. Ver las caritas de mis niños, la inocencia en todo su esplendor, sus risas, sus abrazos, han logrado que en los momentos más oscuros de desconsuelo me sobreponga y siga adelante.
Por otra parte tengo a mi madre, una mujer de 86 años, enferma y ya muy frágil físicamente, pero con una fortaleza espiritual digna de admiración. Mi papá hasta el final pidió que la cuidáramos, estuvieron juntos más de 67 años, tuvieron 9 hijos, nietos, bisnietos.
Por otra parte, el proceso para que nuestros hijos sean ya legalmente nuestros va en camino, en ese aspecto vamos bien, los niños crecen sanos, alegres, traviesos, vamos como todo niño debe ser.
Hoy ante la pérdida de mi padre, tengo a dos soles que me hacen sentir viva, son la fuerza que me impulsa a seguir adelante... son mis hijos.
Las personas que han seguido este blog, tan espaciado que me sorprende que haya algunas a las que les agradezco infinitamente su amistad, saben que compartirmos áreas de la casa con mis padres y hermana; así que de alguna manera se puede decir que vivimos juntos... Mis hijos desde el primer día fueron recibidos con mucho amor y así ha seguido, sin embargo la madrugada del 10 de marzo mi papá se cayó de su altura, se fracturó la cadera y luego de 10 días hospitalizado no resistió más y nos dejó para ir a, según mi fe, a un lugar mejor en donde ya no hay dolor, ni tristezas, ni sufrimiento. Ese 19 de marzo por la tarde marcó mi vida para siempre, fui una de las hermanas que recibieron la noticia de parte del médico que lo operaba (falleció en el quirófano), no resistió porque hubo complicaciones y su edad, 88 años, no ayudó a que saliera adelante. Las primeras horas fueron de shock, el dolor me adormeció.
Pasaron los días y entré en la vorágine de sentimientos que forman parte del duelo. Mis hijos y mi esposo han sido bálsamos en la tristeza. Ver las caritas de mis niños, la inocencia en todo su esplendor, sus risas, sus abrazos, han logrado que en los momentos más oscuros de desconsuelo me sobreponga y siga adelante.
Por otra parte tengo a mi madre, una mujer de 86 años, enferma y ya muy frágil físicamente, pero con una fortaleza espiritual digna de admiración. Mi papá hasta el final pidió que la cuidáramos, estuvieron juntos más de 67 años, tuvieron 9 hijos, nietos, bisnietos.
Por otra parte, el proceso para que nuestros hijos sean ya legalmente nuestros va en camino, en ese aspecto vamos bien, los niños crecen sanos, alegres, traviesos, vamos como todo niño debe ser.
Hoy ante la pérdida de mi padre, tengo a dos soles que me hacen sentir viva, son la fuerza que me impulsa a seguir adelante... son mis hijos.
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viernes, 8 de febrero de 2013
Momento crucial
Dentro de unos días, pasaremos por el momento crucial para que comience el proceso legal para que mis niños pasen a ser por todas las de la ley nuestros hijos.
El 19 de este mes mis soles serán valorados por personal del DIF que serán los que determinen si ya estamos listos para empezar el proceso y el juez dicte sentencia a nuestro favor, o de plano no.
Yo estoy por un lado segura y confiada de que todo saldrá bien. Mis niños nos aman profundamente y nosotros a ellos igual. Nos demostramos cariño, he aprendido a que la paciencia es la fuente para que la comunicación en todos los sentidos (verbal, no verval, emocional, etcétera) fluya adecuadamente.
Mis hijos han pasado a su corta edad por una serie de cosas que los han hecho unos guerreros, que no se rinden, pero también unas personitas sumamente sensibles, carentes de cuidados y de cariño, mismos que ahora están descubriendo y disfrutando.
Los dos nos han llevado al límite de la paciencia con sus travesuras y berrinches, nos han "medido" para ver hasta donde pueden llegar, han llorado a mares por cosas insignificantes para nosotros, pero que para ellos son el eje de su vida (un juguete que no quieren prestar, un permiso que por seguiridad seles niega, en fin cosas por el estilo), pero también han reido, jugado, disfrutado, han explorado nuevas cosas, vivido experiencias nuevas a lo que conocían y también han descubierto que mamá los ama más que a nadie en el mundo; que papá es más estricto, pero que también daría su vida por ellos.
Los dos se cuidan, se protegen, pero también se pelean, como todos los hermanos.
En estos meses hemos descubierto que como familia funcionamos, que los cuatros somos invencibles y se han ganado por completo el cariño de las tías y los abuelos.
Mis hijos ya no desean ir a otro lugar que no sea nuestra casa, SU HOGAR, ese que tanto anhelaban y que ahora tienen.
Ha habidomomentos muy complicados, como cuando lloran inconsolables por enfrentar el miedo a quedarse solos, no soportan la idea de ser abandonados nuevamente, y yo no soporto tampoco la idea de que alguien por una entrevista que les haga decida que estarán mejor en una casa hogar que a nuestro lado.
No quiero pensar siquiera que los quieran separar de mi. Ya no... Desdeel primero momento hubo una conexión impresionante, sobre todo con mi hijo pequeño, con el mayor se fue construyendo poco a poco.
Ahora somos inseparables, no duermen sino estoy yo a su lado, cualquier cosa que les pasa o les duele, acuden con mamá para recibir ayuda y consuelo; si necesitan salir, jugar al futbol, a juegos más rudos está papá para hacer equipo con ellos; si se les rompe algún juguete corren con papá para que lo repare (es especialista en eso), si quieren alguna golosina, corren con su tía que saben que los ama profundamente y nunca les niega unas palomitas para ver televisión, un dulce, una caricia... y ya ni hablar delos abuelos, que los aman y contrario a todos los demás nietos, a ellos les permiten jugar, explorar, subir, bajar sin llamarles la atención, al contrario, nos dicen a papá y a mí "que son niños, que los dejemos jugar", jajaja esto me provoca una ternura indescriptible, porque a mi, cuando era pequeña las llamadas de atención por hacer cosas parecidas a los de mis hijos, los regaños eran tremendos y una que otra nalgada también... en cambio ahora, nada de eso.
Por todo esto, estoy convencida que ya somos una familia, que no hay motivo para hacer más trámites y mucho menos llevarnos nuevamente a la montaña rusa de la incertidumbre sobre la estancia de mis niños en casa.
En fin, nosotros hemos hecho lo que nos corresponde, ellos, los del DIF, ahora decidirán si nuestros niños ya pueden ser con todas las de la ley, nuestros hijos.
*foto tomada de la red
sábado, 26 de enero de 2013
Mamá de Sangre
Cuando veo a mis hijos, los escucho jugar, correr, gritar, reir a carcajadas y emocionarse por cualquier cosa, siento mi corazón latir de emoción. Esa sensación de felicidad, de plenitud... de amor. Y es que mis dos soles me tienen cada día más enamorada.
El proceso de adaptación ha sido más sencillo de loque esperaba. No digo que todo sea miel sobre hojuelas, también hemos tenido nuestros días malos, en los que hay berrinches, llantos, celos y más llantos.
Sin embargo,siempre dialogo con ellos, los tres hemos aprendido a expresar lo que sentimos en los momentos difíciles y saben, porque se los he dicho y porque le sienten, así me lo han hecho saber, que mamá los ama a pesar de todo, que estará ahí cuando la necesiten y que ellos son mis hijos que tanto esperé.
Hace unas horas vino mi hermana, quien vive en Zacatecas, los invitó a ir a su casa y pasar allá con su familia una semana. Mis niños se emocionaron mucho y aunque sentimos un poquito de tristeza por separnos tantos días (para mí sí son muchos), les dejamos ir.
Hace un rato les llamé por teléfono y estaban encantados porque ya jugaron con los primos, con la mascota de mis sobrinos, comieron pizza, bueno los atendieron como invitados especiales.
Por si fuera poco los llevarán al zoológico y ellos más encantados todavía. Será una semana en donde no los veré, ni abrazaré, ni estaré para dormirlos... sólo hablaré con ellos por teléfono.
Pero así son las cosas, ellos saben que su familia extendida es numerosa y hay que dejar que vayan conviviendo con todos, darles seguridad, aunque sí tempo un poquito que vaya a haber algún problema de que tengan miedo, de que no se adapen... de cualquier manera están a poco más de una hora en coche de distancia, así que no habrá mucho problema si algo llegara a suceder y tuviéramos que ir por ellos.
Mis hijos son lo más hermoso y tierno que me ha pasado en la vida, niños hermosos y bien portados, niños que sólo quieren abrazarnos y sentirse queridos, amados.
Hace unos días los estaba durmiendo, y mientras les llega el sueño platicamos un ratito y me preguntaron que por qué no me maquillaba, les dije que cuando estaba en casa prefería andar al natural, más aún cuando ya me iba a dormir.
De pronto me dice mi hijo mayor: "Mañana te pintas la boca y nos das un beso para que se nos "marque" y así te conviertas en nuestra mamá de sangre?".
Mamá: Sí
Responde mi hijo pequeño: "Noooooo, yo no quiero".
Mamá: "¿Por qué mi amor?".
Mi hijo pequeño: "Porque yo a ti sí te quiero mucho".
Sentí ganas de llorar. De emoción porque sé que me queire, pero también porque a su pequeña edad sabe que su mamá de sangre no le dio ese amor que necesita.
Los abracé a ambos y les dije que yo soy su mamá de corazón, de sangre, del alma, de todo lo que ellos quieran, que siempre voy a estar con ellos cuando me necesiten y que los amo más que a nadie.
Me llenaron de besos, de "te quiero" y se durmieron tranquilos y felices.
Mis niños son y serán el sol de mi vida.
*Foto tomada de la red
jueves, 17 de enero de 2013
Un mes y contando
Hace poco más de un mes que los niños están con nosotros. Durante estos días ha pasado de todo: Juegos, risas, carcajadas, alegrías, llantos, encuentros, desencuentros... de todo.
Pero la verdad esque estamos felices con este par de ángeles que han venido a completar la familia y sobre todo a hacerme sentir que la vida vale la pena, que mi instinto maternal ha cobrado más fuerza que antes y que ahora puedo sentirlo, plasmarlo, vivirlo intensamente.
Ya conozco perfectamente el carácter de los dos: Mi hijo el mayor es reservado, callado, le encantan los super héroes y lo mismo le gustan los "buenos"que uno que otro villano de las historietas. Un día quiere ser Ben 10, al otro "Flechas", después El Hombre Araña Negro, al siguiente día Linterna Verde yposteriormente Hulk.
Es muy dulce, siente un verdadero amor por los animalitos, desde el bichito más pequeño hasta los elefantes o los hipopotámos. No les teme aunque sean animales de 300 kilos de peso: Hace unos días había una camioneta anunciando una función de circo con un tigre, narcotizado para que no fuera peligroso para la gente, pero todos se acercaban a metros de la jaula, mientras que mi pequeño para alegría de y terror mío se acercó a milímetros ¡y le tocó una pata!
Le gusta que mamá lo duerma y también, a veces, me platica sobre su familia de origen. Él sí tiene recuerdos y, aparentemente, son gratos. También recuerda el lugar donde pasó cuatro años de su vida y donde sufrió maltratos. Lo peor que le puede pasar es que "lo castigue" no dejándole ver todos los programas de televisión que él quiera, pero tampoco voy a dejar que se haga adicto a la pantalla esa.
Le gusta la natación y pronto asistirá a clases, igual a la ludoteca. No es un estudiante brillante, tiene problema para retener las cosas a corto plazo y él aprende a través de la repetición, asi que tremendo lío cuando hay que hacer tarea, pero al final la hace.
Ama comer nuggets de pollo, no le gustan mucho las verduras, pero las consume porque le decimos que los superheroes las comen para ser fuertes, jijiji, esque es eso o no hay poder humano que lo haga comer.
Lo único malo es que a veces es agresivo demás con suhermano, lo golpea "como no queriendo" y eso jamás lo vamos a permitir, así que se le restan caricaturas y llora, se me parte el corazón pero la violencia no se acepta bajo ningñun concepto. Me dicen los piscólogos del DIF que es "normal" porque donde vivieron antes de llegar a la familia imperaba la ley del más fuerte... pero aquí ya están con mamá y papá, y poco a poco se le hace entender que se le ama, se le protege y que su hermano es alguien a quien debe de respetar, amar y proteger.
Por otra parte, mi hijo pequeño es un dulce. Le gusta abrazar a todos, pero tiene debilidad por mamá. Me da todos los besos que puede durante el día y nose cansa de decirme "te quiero". Imita a suhermano en todo, si dice que algo nole gusta, a él tampoco, si dice que le encanta. a él también.
Es muy noble, protege a su hermano y es muy compartido. Le gusta tener amigos y se divierte como pocas veces he visto a un niño. Ríe a carcajadas, perotambién tiene un carácter fuerte y cuandose enoja, le dura un rato, aunque luegose le pasa y ni se acuerda.
El no tiene recuerdos de su familia de origen, para él su mamá soy yo y punto. Le gusta que lo cargue, que lo mime y sobre todo que lo vista con ropa que tenga dibujos de su super héroe favorito: El hombre araña.
Su comida favorita es el pollo en todas sus formas y tampoco le gustan las verduras, pero como Capitán América era flaquito y comiendo verduras (inyectadas) se hizo fuerte y valiente, pues él hace el esfuerzo y come algunas.
Eso sí, a la fruta no le pone pero a ninguna y a la leche menos.
Le gusta que papá lo columpie, que juege con él y que le diga que es su niño chiquito.
Lo último es que si unome besa, el otro también, si unome abraza, el otro también y los dos quieren quelos cargue, quelos arrope y los duerma.
A veces termino dolorida de brazos y espalda, pero todo vale la pena por ver felices a mis dos hijos.
Los amo, los amo tanto que ahora mi vida gira en torno a Pedro, ellos, mis papás y mi hermana.
Por primera vez en muchos años puedo decir que soy completamente feliz
Por último, me encanta ver el marcador de arriba quedice que faltan cinco días para la llegada del bebé... pues no, llegaron antes y ¡qué bueno!
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viernes, 4 de enero de 2013
Comenzamos el año
Inicia 2013 y todo va tomando su curso. Los niños estuvieron enfermos tres días, con gripe, en plenas fiestas no encontramos pediatras por ningún lado, no los podemos inscribir en el Seguro Social porque legalmente todavía no llevan nuestros apellidos, total que mis pobres hijos tuvieron que pasar esos días en cama, abrigados y tomando tés, jarabes naturistas y pomadas también elaboradas a base de yerbas.
No pasó de un susto y afortunadamente se recuperaron, pero no dejo de pensar en lo que sucedería si se hubieran enfermado de algo más serio. En fin, pasando a cosas más agradables, los dos andan como peces en el agua, se sienten felices y juegan con todo lo que se les ocurre y les da su imaginación.Son amantes de los animales y lo mismo coleccionan lombrices, jajaja, que caracoles, pájaros (pero sin jaula, sólo los que llegan a los árboles que tenemos en el patio), en fin todo lo que se puede, pero no hay ningún animalito en casa porque mis papás sufren de enfisema pulmonar y no puede habar pelos de ningún tipo; así que mis hijos se tienen que conformar con lo que hay.
Sin embargo son felices y cuidan y protegen a las palomas, les dan de comer, les ponen agua y también les encanta regar las plantas de su abuelita... una maravilla de hijos son lo que tengo. Y no es amor ciegode mamá, es la verdad jijiji.
Eso sí, a la hora de hacer labores escolares hacen berrinche, sobre todo el más pequeño. Hay días en que hace las cosas rápido y bien, otras renegando y otros días en que de plano no hace nada y llora. No sé si sea por ganas, porque está chiquito o nomás por berrinche, pero hago lo posible porque le tome gusto al estudio, y más porque van atrasados y en unos días tengo que encontrarles escuela a la que asistan y no me imagino las que pasaré para quehaga sus trabajos escolares... pero bueno, ya llegará el momentode lidiar con todo eso.
La verdad es que ser mamá es un trabajode tiempo completo, a mi se me antojaba que sería todo bonito, pero cuando hay que lavar montones de ropa, plancharla y apenas termino y volver a empezar es cuando comprendo las que pasaron mi mamá, mi suegra, mis hermanas, en fin todas las madres que se dedican a sus hijos.
Pero lo hago con gusto y me recompensa llega cuando veo a mis niños limpios, felices y oliendo a limpio, me da una alegría ver sus caras de felicidad que el cansancio desaparece.
Luego cuando mamá se pone a escribir sus notas, cuando llego de trabajar, ah por cierto, esque no les he dicho que encontré nuevo empleo y ahora mis horarios son más flexibles, entonces cuando regreso y me pongo a escribir se me acercan, me preguntan cosas y juegan conmigo.
Aunque me atraso, les dedico su tiempo, esque es tan bonito que me gustaría ganar todo el tiempo posible a su lado, a veces pienso todo lo que me perdí en el tiempo que no estuvieron con nosotros, pero ahora me doy cuenta que lo importante ahora es ganar lo que podemos vivir desde que estamos juntos.
Desde que soy mamá mi vida a cambiado para bien, soy feliz y no hay día en que no agradezca a Dios y a todos los que de una u otra manera tuvieron que ver para que estos dos ángeles llegaran a nuestras vidas y la llenaran de luz.
Espero que este 2013 sea un año lleno de cosas bonitas, de alegrías y de experiencias que nos permitan ser mejores padres y sobre todo, que nuestros pequeños sean más felices de lo que ya son.
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