Mi Padre

Hoy en México es Día del Padre. El mío es un señor marivilloso de 84 años, casi de 85, pero con una vitalidad que le envidiaría uno de 30. A su edad hace reparaciones en la casa, va y viene a todos lados y siempre anda pensando en cosas qué hacer y no usa bastón, ni nada que le ayude a caminar. Toda su vida ha trabajado, le tocó una infancia difícil, muy dura: Siendo un niño en lugar de mandarlo a la escuela, lo mandaron a cuidar animales (vacas) al monte. Ahí, sobre la tierra como pizarrón y con un palo como lápiz, aprendió las primeras letras y se enseñó a leer y escribir... casi de manera autodidacta.
En su juventud fue enlistado al Ejército, estaba en su apogeo la segunda guerra mundial y México corría el riesgo de entrar al conflicto, entonces para asegurarse de tener buenos soldados enlistaron a todos los jóvenes de 18 años para prepararlos para el combate. Después pudo seguir la carrera militar, porque egresó de esa preparación de un año con honores y con las puertas abiertas para ingresar al colegio militar... pero no aceptó.
¿La razón?, muy sencilla: tenía unos padres ya mayores y una madre muy enferma, así que decidió volver y hacerse cargo de ellos.
Al poco tiempo se casó con mi mamá, formó su familia de nueve hijos (bueno 10, pero uno murió a los pocos días de nacido) y trabajó durísimo para sacar adelante a los suyos.
Sus padres fallecieron, pero hasta el final se hizo cargo de ellos y a los hijos siempre nos dio un ejemplo de rectitud, discplina y trabajo.
En toda mi vida jamás lo he visto que maltrato, nunca nos dio un golpe, siempre ha sido de consejos y de ejemplos, como dicen "predica con el ejemplo".
Tiene más de 60 años casado con mi madre, juntos sacaron adelantea la familia, han perdido tres hijos, dos con sólo unos meses de diferencia, y siguen firmes como robles, por la familia.
Hoy, cuando veo a mi padre y me encuentro con su mirada cansada, pero cristalina y alegre sé que tengo una bendición, que ese hombre es al que le debo lo que soy y al que ahora deseo colmar de cariño, de atenciones, de amor... Te admiro mucho y te amo papá. ¡Estoy orgullosísima y feliz de ser tu hija!