Terminamos el curso de Escuela para Padres, algo indispensable para realizar la adopción plena. Sin ese documento sencillamente no podríamos realizar el tramite legal ante el juez. El grupo lo integramos siete parejas, una de ellas ya tenía al niño que es sobrino del esposo; durante el curso dos parejas más recibieron a sus respectivos hijos; al terminar se realizó una reunión para celebrar y sobre todo acordamos seguir frecuentándonos, hacer nuestro gru`po de apoyo para no sentirnos solos en este camino. Aunque para nosotros, los blogs que seguimos y los que leemos son también una fuente de apoyo y solidaridad muy imporante. Ha sido este blog y las personas que me han acompañado lo que me ha ayudado a transitar por este proceso con el mejor de los ánimos. A todos los agradezco y quienes nos han favorecido con su amistad saben que son correspondidos de la misma manera.
Pues bien, ha habido dos reuniones más después de que terminamos el curso; la última fue el domingo pasado y hubo un motivo especial: A otra pareja le entregaron a su bebé, en esta ocasión una preciona nena y en un programa de televisión nacional.
Nadie sabía que iba a pasar así, ni ellos (según nos contaron), todo lo prepararon de manera tal que fue una sorpresa. Es una pequeña hermosa y sus padres son unas personas excelentes.
De casualidad ese día Pedro y yo vimos ese programa, generalmente los domingos los dedicamos a ver películas, pasear preo ese día decidimos ver dicha emisión, porque fue el primer programa, el de estreno pues.
Cabe destacar que en ese programa hacen los sueños realidad, por eso cuando vimos a nuestros compañeros ahi de inmediato pensé: les van a dar a su hijo.
Y asi fue, luego de hacer "de emoción" como ocurre en este tipo de emisiones, les dijeron que su hija, ¡por fin!, luego de cinco años de espera, llegaba a sus vidas.
Los sentimientos fueron encontrados para mi. Sentí emoción por ellos, alegría por la pequeña que tiene unos papás extraordinarios, por fin alcanzaron su anhelo, pero también tristeza por nosotros... por la incertidumbre de ni siquiera saber si podremos adoptar por DIF o no.
El llanto llegó, era una mezcla de todo y Pedro prefirió apagar la televisión y sólo me abrazó para consolarme. Me dijo que ya llegaría el nuestro; a él hasta el siguiente día le llegó "el bajón" y entonces me tocó a mi darle consuelo y volver, juntos, a agarrar fuerza de nuestra ilusión para seguir esperando a nuestro ángel.
El domingo que vi a la pequeña fue una alegría muy grande y felicité de todo corazón y sinceramente a sus padres, que ahora tienen otra cara: ESTÁN RADIANTES.
La felicidad llegó a ese hogar luego de muchas batallas, de subidas y bajadas, según nos han contado.
Ahora en nuestro grupo sólo quedamos tres parejas en espera, una por vifac, dos por el DIF.
No sabemos cuándo llegue el siguiente bebé o niño al grupo, no quiero pensar cuánto falte para que nuestro ángel llegue a nosotros, no tengo idea de lo que nos espera en el camino que seguimos recorriendo pero hay fe, hay ilusión, hay alegría de ver que sí se llega al hijo que tanto se anhela.
Seguido sueño a mi hijo, lo veo, lo siento, en ocasiones me llena de alegría por la ilusión que me causa; otras de tristeza porque al despertar no está a mi lado.
Hay tantas cosas que siento en mi corazón por él, son emociones tan fuertes que no las puedo explicar, sólo sé que lo amo con todo mi ser y que lo espero y esperaré siempre.
