Ya Están con Nosotros los Ángeles que Vinieron a Llenar de luz Nuestra Familia... Hijos los Amamos
domingo, 21 de marzo de 2010
La Fe Mueve Montañas
No sé ni cómo empezar este post. El entorno familiar se cimbró como si un terremoto nos arrasara. Este tiempo que he estado ausente ha sido porque, primero, no lograba asimilar la noticia, después digerir y por último apoyar, dar ánimos y tener fe y confianza en Dios en que todo va a salir bien.
Me explico: Una de mis hermanas, la octava de los 10 hijos que tuvieron mis padres, fue diagnosticada con cáncer. Sí, esa palabra que de sólo oirla da miedo y de la que pensábamos no nos iba a alcanzar porque en la familia no se había presentado un sólo caso.
Pues bien, llegó,y en una de las personas que más quiero en el mundo. El 8 de enero mi hermana fue operada, por un descuido, negligencia o el nombre que se quiera poner, el médico mandó el pequeño tumor que le quitó a patología, pero NUNCA pidió que lo analizaran. Hasta el 12 de febrero que mi hermana acude a la cita para que la dieran de alta y le dijeran los resultados, le salieron con que no había tales análisis. Hasta ese día los mandaron analizar y unos días más tarde le dieron la noticia.
Fue un shock, hubo lágrimas, incredulidad y mucho dolor emocional. Dentro de lo desgastante y triste que fue procesar la noticia, me informé. Fue ahí que llegó un poco de calma: Está en fase uno, el cáncer es infiltrante (es de mama), y aunque nos dieron muchas esperanzas de no extirpar el seno; mi hermana tendrá que ser sometida a otra intervención quirúrgica en breve para quitar ganglios y de ser posible salvar el seno, luego darle tratamiento de hormonas combinado con radioterapia.
Eso es lo que nos han dicho y esperamos que así sea en verdad, ahora estamos en el proceso preoperatorio y el 24 de este mes esperamos que nos den fecha para la intervención quirúrgica.
Por ser algo de esta magnitud, mi madre se vio sumamente afectada por la noticia, lo que llevó a una complicación de diabetes e hipertensión que padece, afortunadamente ya está conrolada y tranquila.
Dentro de este remolino emocional recurrí a lo que siempre ha sido me refugio: Mi fe en Dios. Eso ha logrado que llegue la calma después de la tormenta; y nos de la fuerza y la esperanza en que el camino que nos espera recorrer no será fácil, pero tenemos confianza en que no estamos solos, que hay un Ser Superior que todo lo puede y sí es su designio que mi hermana supere esta enfermedad así va a ser.
Este dolor nos ha unido más como familia, nos ha hecho disfrutar más de nuestra compañía, de decirnos que nos queremos, de apoyarnos, y sobre todo, de valorar y agradecer cada día lo hermoso que es tener vida y salud.
Sé que este blog es para mi hijo, pero esto es importante, porque su tía está pasando por un momento muy duro y hay que luchar, dar todo para superar esta prueba.
Lo que puedo decir en estos momentos es que amo a mi hermana, estaré con ella en todo momento durante este trance, pero también trataré de estar más seguido en el blog, es catártico para mí escribir.
Hoy en mi familia hay una nube gris que amenaza tormenta, pero confiamos ciegamente en que saldrá el sol y brillará más que nunca, porque nos apoyamos, nos tenemos y sobre todo: nos amamos.
Pido a los que me leen y sean creyentes que por favor eleven una oración por mi hermana; y a los no creyentes que manden toda su energía positiva para que logre superar este cáncer. Sabemos que la Fe mueve montañas, y que Dios escucha las plegarias, por eso, a todos de antemano, ¡MUCHAS GRACIAS!
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