Esperanzas

Llegó 2010 y nuestras esperanzas y fe van creciendo. Mañana se acaban prácticamente los festejos navideños, se reabren oficinas, vuelve a la normalidad todo y con eso creemos que ya falta poco para que nos llamen y reiniciar todos los trátimes que se tengan qué hacer.
Esta Navidad fue una gran experiencia, a nivel espiritual, para mí. Se arreglaron varios problemas añejos y la unión familiar fue mejor. Todo mi entorno está en paz, eso me da confianza en que estaré mejor preparada emocionalmente para lo que venga.
Tenemos confianza en que este "será el año", será en los próximos meses cuando llegue el tercer integrante de la familia, el más esperado y amado desde ahora.
Recibí ayuda espiritual y eso me reconfortó mucho, ahora no deseo perder eso que viví y que me ayudó a aclarar muchas cosas que traía y que no me dejaban ver las cosas en la dimensión que realmente son.
Me siento renovada, con mucho ánimo de seguir en esta lucha que a veces me parecía que no tenía fin.
Sin embargo mi esposo ha sido mi gran apoyo, mi pilar, el motor que ayuda a levantarme y seguir adelante cuando siento que esta espera me consume, pero sobre todo cuando creía que el proceso estaba estancado y ni para cuando volver a seguir.
Ahora sé que las cosas pasan por algo, que Dios tiene sus tiempos y que no son como nosotros pensamos o queremos; así que hemos decidido seguir, hacer lo que nos corresponda y lo demás, que sea con ayuda de Dios, que es quien nos ha mantenido unidos.
Feliz año para todos, que a nosotros nos esperan muchas cosas por hacer y vivir en los próximos 12 meses.
Y aunque la familia pasa por momentos difíciles, un tío está muy enfermo, ya es mayor y los médicos no dan esperanzas; así que eso nos tiene tristes, pero a la vez nos reconforta que la familia sigue unida y apoyándose.
Por otra parte, mi hermana será intervenida quirúrgicamente y aunque el médico asegura que será unas horas solamente las que estará hospitalizada, no deja de crear un poco de temor a que las cosas se compliquen, pero eso sí, todos estamos tirando para adelante y confiando en que con la ayuda de Dios, que es el que nos protege, todo saldrá bien.